1 de noviembre de 2009

Cada mañana me hago la misma pregunta. ¿Por qué he tenido que despertarme?
En mis sueños no hay guerras, la gente no pasa hambre, no existen las enfermedades, ni los asesinatos, ni las violaciones.
Nadie es discriminado por ser de otro país o tener rasgos físicos diferentes.
No existe la envidia, ni el odio, ni el rencor.
Nadie sufre de desamor o por engaños.
La gente se siente a gusto consigo misma, no hay problemas familiares.
Nadie echaría de menos su país o a su familia porque podría visitarlos teletransportándose al sitio deseado o, si te apetece, puedes ir volando por tus propios medios.
Una cosa muy importante es que NUNCA ENVEJECES ni te deterioras.
La gente no tendría niños como si se tratase de un juguete si no están seguros de que pueden darles una buena vida.


Pero todo esto desaparece sólo con abrir los ojos y mirar a mi alrededor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario